viernes, 2 de noviembre de 2012

Peter en revista "Las Rosas"

En un interesante ida y vuelta, el actor que ganó popularidad en Casi Ángeles abrió su corazón y conversó con "Las Rosas" sobre su trabajo, sus deseos, la amistad y su presente amoroso. Además, con humildad, recordó y agradeció a cada una de las personas que acompañan su carrera. Un chico, grande.






Es el tercero de cuatro hermanos varones y todos se llaman Juan. "Juan Pablo, Juan Martín, Juan Pedro y Juan Bautista. Si éramos mujeres íbamos a ser Marías", avisa simpático el actor Peter Lanzani.

Dueño de una gran frescura, habló con soltura de la que fue la despedida definitiva de la banda Teen Angels, el mes pasado en el estadio Orfeo de Córdoba. Adorado por adolescentes, se refiere con calidez a sus fanáticas. "Quiero agradecerles. Si no fuera por ellas no existirían las novelas", resume.

¿Te imaginabas que de la mano de Casi Ángeles llegaría semejante ola de fama?
No, ni loco. Y me encantó ir sorprendiéndome día a día. A pesar que Casi Ángeles fue un boom, el reconocimiento fue creciendo a medida que fui creciendo yo. Me dio un nivel de exposición bastante grande y me gustó que haya sido escalonado y no todo junto.

Con Teen Angels viajaron por toda Latinoamérica, pero también llegaron a Israel. ¿Cómo fue la conexión con un público que habla hebreo?
El programa allá sale en español y subtitulado. Y como aprenden con las telenovelas hablan bastante bien y conjugan perfecto. Cantaban las canciones...la conexión fue instantánea. Impresionante.

¿Cómo viviste la experiencia de terminar el secundario siendo muy conocido?
Era medio raro, pero estaba bueno. Me trató bien el colegio. Yo siempre fui muy sociable y no tenía problemas con nadie. A lo mejor pasaba que me veían los de primaria y me preguntaban: '¿Cómo hiciste para salir en la tele?' y les contestaba que tenía poderes mágicos (risas).

¿Qué pasa hoy cuándo salís a la calle?
Depende por donde pase. Si paso por la puerta de un colegio...

Ya sé, las chicas te piden fotos y los varones te miran con bronca...
No. Antes si me miraban con bronca, pero hoy en día creo que no. Me doy cuenta que hay buena onda y que estoy teniendo más reconocimiento por la gente que me cruzo en los boliches.

JOVEN GALÁN
Tanto vos como Nico Riera y Gastón Dalmau son la nueva camada de actores jóvenes, como alguna vez fueron Pablo Echarri, Facundo Arana y Mariano Martínez. ¿Cómo te cae el mote de galán?
Yo trato de ni agarrarlo. No me hago cargo. Creo que para ser un galán tengo que seguir estando en tiras con galanes grandes y aprender de ellos, porque siempre se puede aprender de todo. En todo caso soy más un galán entre comillas adolescente. Igual todavía soy chico, tengo 22 recién cumplidos.

Pero imagino que con las chicas no rebotás...
¡Sí! Suelo ir a lo que me cuesta, a lo difícil. Me ha pasado un montón de rebotar. De repente caigo a una previa de boliche y hay una mina que está buena y me la quiero levantar y o no tiene la menor idea quien soy o no le importa y me copa. Cuando empieza a decir Casi Ángeles, ya no me copa tanto que mezcle. Sí, soy Casi Ángeles, pero por lo menos a la noche dejame ser Peter y tratar de chamuyarte.

¿Estás de novio?
No. Ahora estoy solo.

Fuiste novio de Lali Espósito más de dos años. ¿Cómo fue terminar la relación y seguir trabajando juntos?
Decidimos no quedarnos con cortar y que somos ex, sino con siente años de vida juntos. No fue complicado sostener la relación laboral, por suerte.


Y es en La Dueña donde Peter interpreta por primera vez un personaje que se aleja del teen al que estaba acostumbrado. Allí es Eliseo Lacroix, el niento de Sofia Ponte, interpretada por Mirtha Legrand.

¿Cómo es ser el nieto de Mirtha en la ficción?
Esta bueno y ella me parece divina. Es un papel jugado que tiene un tema de exceso y mujeres. Para él todo es un extremo.

Grabaste una escena hot en una bañera, ¿cómo te sentiste?
Fue mi primera escena hot hot. Era algo sexy. Eliseo con todas es sexual, es un tipo que no se enamora. Estuvo muy cuidado con los directores y los técnicos.

¿Estabas nervioso?
¡Sí! Pero tengo buena relación con Loli Sarmiento (la actriz con la que la hice) y terminamos los dos relajando, porque era raro, una escena jugada.

¿Te gusta ver tu trabajo?
No. Lo veo más o menos, pero no me divierte. Si porque me ayuda a mejorar y no porque soy híper autocrítico.

Dentro del elenco de La Dueña, ¿en quien encontraste un maestro?
En todos. Fabián Vena me dió muchísimos consejos. Raúl Taibo también, Benja Vicuña es un groso y tiene muchísimo oficio. No fui buscando reconocimiento, fui porque necesitaba eso: cada día era una clase.

¿Qué te importa más, el éxito o la fama?
(Piensa). Trabajo, en el medio. Claramente no hago lo que hago por fama.

¿Es tu vocación?
Si, me encanta hacerlo, me encanta cantar y actuar. Siento que la fama va de la mano del éxito. Claramente necesito las dos para seguir haciéndolo, pero no es lo que más me mueve. Me mueve que me llamen y me digan que quieren que haga una película, por ejemplo.

El mundo de la televisión es vertiginoso. ¿Modificó tu carácter?
No, porque empecé de muy chico, tenía 14 años. Hoy en día he vivido, me han pasado y entiendo cosas que no son tan comunes para la gente de mi edad. Creo que el laburo día día, ir golpeándome y aprendiendo me ayudó a ser, básicamente, quien soy. A entender cosas de negociaciones o qué elegir o a guiarme por el corazón o por la cabeza, depende de lo que sea. Creo que me modificó en eso.

¿Y con los códigos de la prensa cómo te llevás?
Hay cosas que me embolan y otras que no. Todo es necesario, pero si me inventan un romance no salgo a desmentirlo, en algún momento me lo preguntarán. Cuando esté de novio lo voy a decir feliz de la vida y la voy a llevar a todos lados. No oculto nada, soy tal cual soy y eso creo que me suma mucho.




En esta ida y vuelta deja entrever cuáles son las cosas importantes para él: "Estoy feliz porque me siento con la cabeza muy positiva y porque estoy creciendo muchísimo. Estoy haciendo dos veces por semana canto, piano, entrenando y viendo a mis amigos. ¡Estoy muy bien!", dice casi en un grito y sonriendo.

¿Te sentís un privilegiado?
Si, muy.

¿A quienes les agradecés?
A Cris Morena porque me introdujo en esto y, básicamente, me hizo ser quien soy y tener la garra que tengo. A mis papás por permitirme hacerlo y por acompañarme y a Gustavo Yankelevich y su socio, Víctor González, porque Casi Ángeles y Teen Angels fueron de la mano de ellos. En realidad cada persona que se cruzó por mi carrera me enseñó algo.


Y con la misma sonrisa que mantuvo durante la entrevista y una simpleza absoluta agradece por la nota, se despide y se va caminando, con las manos en el bolsillo, como un pibe más, de 22 años.





@ Revista Las Rosas
Fotos: Mariano Michkin
Agradecimiento: Vanesa Pellizzeri

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