Peter Lanzani y su relación con la estrella de Violetta

"¿Si salgo con Martina? Estoy muy bien, no voy a decir más."

Siete años pasaron desde que irrumpió en la pantalla chica y Tábano, su personaje en Chiquititas sin fin, tuvo tanta repercusión entre las fans que al año siguiente Cris Morena le dio un papel en Casi Ángeles. Tras cuatro temporadas de éxito en la tele y el teatro con Teen Angels, Peter Lanzani (23) dio un paso más y se atrevió a la ficción para adultos con Cuando me sonreís y La dueña. Este año encontró al actor con nuevos desafíos: protagonizó el musical Camila y en tele volvió con su mentora para encabezar Aliados, novedosa ficción multiplataforma que combina el unitario televisivo con webisodios y que gracias a Fox sale en casi toda Latinoamérica. La madurez de Peter no sólo va por dentro; por fuera también está experimentando cambios: se dejó el bigote y acaba de tatuarse por primera vez.

Relajado en el bar de Telefe, Lanzani cuenta su cambio de look. "Me dejé el bigote hace cinco días no más; me crece bastante la barba. Un día me levanté sin ganas de afeitarme y me lo dejé pero como no figura en el contrato no sé cuánto más va aguantar el bigote".

¿Y el tatuaje en tu brazo derecho?
Es una frase de la película Gladiador, What we do in life echoes in eternity (lo que hacemos en la vida tiene eco en la eternidad), y me lo hice hace dos semanas. Pensé que me iba a doler pero no sentí nada. ¿Por qué me tatué? Me había juntado a charlar con mi amigo Nacho Viale, él justo se iba a tatuar, flasheé y me lo hice. Es mi primer tattoo y aunque no sé si será el único, por ahora lo es.

En Aliados tu personaje, Noah, tuvo la primera vez con Venecia.
Sí. En el programa se cerró un ciclo porque los seres de luz tenían un tiempo determinando para lograr algún cambio en los humanos. Noah pudo evolucionar y llegó a acostarse con las 500 chicas que él tanto quería pero no marcó el número en su cuentaganado. La número 500, Venecia, es el ser de luz que lo guía a él. Hubo una madurez y no festejó el logro con sus amigos.

¿Tu balance del ciclo hasta hoy?
Me parece súper interesante lo que sucede con Aliados. Tiene 16 horas de aire, una por semana, y resultados asombrosos, como el disco de Platino. Con Fox llegó a lugares impensados y se comenta que podríamos salir de gira y hacer teatro antes de que termine el año. Aunque no está definido, a mí me encantaría volver al Gran Rex. El rating de Aliados está muy dividido porque algunos lo miran por Telefe los miércoles a las 21, otros por Fox y muchísimos por la web.

¿A tu carrera en particular que le aporta?
De todo: más experiencia, seguir cantando, la posibilidad de hacer shows, volver a recorrer el mundo. Estar de nuevo con Cris en un proyecto punta de lanza es genial y como actor estoy teniendo desafíos interesantísimos. Ser una de las cabezas del equipo, que tiene 14 chicos más, está buenísimo.

La mayoría son nuevos en esto. ¿Te sentís el capitán?
No tanto, porque si bien son nuevos la tienen muy clara. Los aconsejo desde mi humilde opinión, sobre todo en su vida personal porque creo que las cuestiones profesionales las van a ir descubriendo solos. En el día a día tenemos unas coachs actorales que son lo más. Los chicos son un diez en canto y baile y siento que ahora viene su fuerte con el teatro y las giras.

En estos 7 años, ¿en qué cambió tu vínculo con Cris Morena?
En un montón de cosas y para bien. Siento que tengo la posibilidad de comentarle lo que me pasa, de expresarme con libertad y lo que más se afianzó es la confianza entre nosotros. Directamente es una fe ciega: confío a pleno en ella y ella en mí. Son cosas que me dio el tiempo y el haber laburado tanto juntos.

¿Qué hubiese sido de tu vida si no fueras actor?
Qué difícil responderlo porque esto me agarró de muy chico. Seguramente estaría jugando al rugby como mis hermanos y hubiera seguido una carrera universitaria. Pero de chico no soñaba con ser nada en particular cuando fuera grande. De hecho, cuando arranque a laburar en la tele era medio desastroso en el colegio; ¡me llevaba mil materias!

¿Cuántas?
Era vago, me llevaba muchas pero en diciembre las aprobaba. Me llegué a llevar ocho: en diciembre aprobé seis y dos en febrero. Justo después de eso arranque con Chiquititas sin fin, me cambié de colegio porque iba a uno doble turno y ya no podía por los tiempos, y le puse un poco más de onda al estudio. A la mañana iba al cole, a la 1 me pasaba a buscar mi abuelo Carlos para llevarme al canal y de 2 a 8 grababa.

Tu vida cambió por completo.
Sí, porque al cambiar de colegio me hice nuevos amigos. Con los chicos del Anunciación de María hice el secundario, pero con los del Belgrano Day School seguí en contacto y al día de hoy son los que más veo. ¿Si tenía privilegio con los profesores? No, siempre fui uno más. Me mandaba mis macanas y me sancionaban, como a todos. Gracias a Dios lo terminé cursando y pude hacer el viaje de egresados a Porto con mis amigos.

¿Qué perdiste por trabajar de tan chico?
Quizás experiencias y momentos con mis amigos; quedé afuera en un viaje de estudios a Europa y otro de rugby a Sudáfrica. Hoy en día nos juntamos con los chicos y no ser parte de las anécdotas me duele, pero tuve la suerte de seguir siendo amigo de ellos y no perdimos la relación a pesar de que cambió mi rumbo. Así como perdí esas cosas gané un montón de otras: encontré mi vocación desde chico, aprendí a manejarme y maduré diferente.

¿Te la llegaste a creer en el furor de Casi Ángeles?
No, creo que no. Estuve muy bancado por mis amigos y mi familia, que son mis cables a tierra. No siento que haya pasado eso, aunque sí es cierto que uno cambia. Eso es producto de la experiencia. Siempre tuve ganas de seguir creciendo y ésa es la base de todo.

Te independizaste.
Sí, me fui a vivir solo. Como estoy de acá para allá, casi ni estoy en casa. Me cocino pero tranqui: salchichas, patitas, milanesas, woks, puré, fideos. No puedo ponerme a hacer un pollo al spiedo para mí solo. El otro día vinieron dos de los chicos de Aliados a casa, amasamos pizzas y las hicimos a la parrilla.

¿Qué vínculo tenés con la China Suárez?
Somos amigos, cada tanto nos hablamos. A Euge la quiero mucho. ¿Si conozco a Rufina, su hija? Todavía no fui a conocerla. Los dos estábamos a mil y aunque hablé y la felicité, todavía no pude ir a verla.

¿Y con Lali Espósito?
Nos llevamos re bien. Hace tres años que no estamos juntos, ella está de novia con Benja Amadeo, y la relación se mantuvo intacta. Lali fue mi primera novia y compartimos muchos momentos juntos; tengo sus mejores recuerdos. No somos de juntarnos a comer pero tenemos buena onda y nos apoyamos con nuestros proyectos.

¿Cómo estás de amores?
Muy bien.

Traducilo.
Que estoy muy bien.

¿No estás más soltero?
Bueno, soltero es una forma de decir pero tampoco es que estaba solo jugando todo el día al Backgammon en mi casa. Uno nunca está del todo solo. Hoy te puedo decir que estoy muy bien.

Se rumorea que salís con Martina Stoessel.
(Risas). Estoy muy bien. No voy a decir más nada. Sólo que estoy muy bien y disfrutando de mi vida.

Ok. ¿Qué ves cuándo te mirás al espejo?
¡Qué pregunta difícil! Veo un crecimiento de ánimos y me siento enfocado. Sé cuáles son mis sueños y hacia dónde quiero ir. Estoy pleno, me gusta lo que veo.

¿Descubriste algún hobby nuevo?
Estoy tratando de meterme en la dirección de cine, que es algo que me llama la atención. Estoy viendo cursos para capacitarme y tengo ganas de armar un corto para mí y laburar sobre eso. Actuar y dirigir es mi meta más grande.


 @ PRONTO por Nicolás Peralta